La suerte no te va a llegar mientras esperas sentado en tu casa, sino por ejemplo, cuando sales a la calle, te reúnes con amigos, buscas el trabajo de tus sueños y "repentinamente" llega esa oportunidad a la que llamamos suerte. Tu destino está esperando a que salgas a encontrarlo.
La suerte es una cuestión de actitud, producto del trabajo, no rendirse nunca. Y sobre todo, es mantener los ojos abiertos para reconocer las oportunidades que están frente a nuestros ojos. ¿Cuántos no han buscado el amor en todas partes sin reconocer que era justo su mejor amigo/a su pareja ideal? y ¿Qué hay de ese puesto que nos ofrecen y que rechazamos sin pensarlo más a fondo? ¿Cuantas veces ignoramos las señales que están a nuestro alrededor?
Cuando pensamos "tengo
mala suerte ", entonces todo nos sale mal, lo contrario ocurre cuando mantenemos pensamientos y actitudes positivas.
¿Quieres "activar" la buena suerte en tu vida? Prueba esto:
No te confíes al azar. Crea tus propias circunstancias y se precavido.
Cambia tus hábitos. Si quieres obtener resultados diferentes, tienes que cambiar la manera en la que haces las cosas. Piensa un poco en los patrones que repites y busca una manera -muchas veces es un pequeño detalle. Puede ser la gran diferencia en lo que obtienes de la vida. Hazlo hoy mismo.