18 feb 2012

Deja ir lo que no puedes tener

A veces la vida nos la pone realmente difícil, como cuando tenemos que dejar ir a una persona a quien amamos o algo que esperábamos con todo nuestro corazón y que sabemos -muchas veces lo sabemos muy en el fondo- no podemos tener.



Este es un post difícil de escribir para mi. Nunca fui del tipo de persona que naturalmente deja ir las cosas que quiere, siempre fui todo lo contrario. Sin embargo, la vida ha estado tratando constantemente de darme esta lección durante meses jugando a darme y quitarme lo que más feliz me hace en esta vida (o al menos me ha dado la ilusión de tenerlo o de casi alcanzarlo justo antes de quitármelo).

No hay consuelo suficiente en ninguna parte cuando se nos arrebata lo que más deseamos. Pero sí te puedo decir con mucha seguridad que cuanto más tiempo te aferres a lo que se ha ido, más se prolongará ese sufrimiento.

Aferrarse a las cosas no solo nos hace más duro aceptar aquello que no podemos controlar, sino que nos cierra las puertas a nuevas experiencias que podrían ser muy enriquecedoras -aunque en ciertos momentos no lo puedas ver y la sola idea te parece absurda.  

Sí, ya sé que todo esto de dejar ir las cosas suena como lo más lógico, como el consejo que todo el mundo da. También sé muy bien que no es nada fácil, que por más que la cabeza insista que hay que hacerlo, el corazón se resiste y duele, pero lo cierto es que no es imposible.

Todo es una cuestión de respirar profundo y de en un momento de valentía dejar ir. Es un solo instante lo que hace toda la diferencia. Para de llorar y lamentarte o de estar enojado. Deten todos esos sentimientos súbitamente, córtalos de tajo reteniendo la respiración un instante. Cierra tus manos con fuerza, levanta la cabeza, endereza el cuerpo y actúa como si de verdad lo hubieras aceptado ya. Toma la actitud correcta. Sólo créelo, finge. No tienes que asimilarlo totalmente ahora, es un proceso que lleva su tiempo, pero al inicio es cuestión de pretender hasta que lo hayas asimilado profundamente. Esto es muy importante, por más que te parezca raro, no te saltes este paso.

Evita todo pensamiento de dolor o ira, al menos por ahora. Al inicio tienes que hacer acopio de todas tus fuerzas. El pensamiento correcto es "ya lo tuve, ya lo disfrute, aunque fuera por poco tiempo, ahora es tiempo de dejarlo ir y salir adelante" o "no lo puedo tener, tengo que aceptarlo y salir adelante".

¿Sabes? yo soy una persona que tiende a retener las situaciones hasta el último instante, a evitar separarme de ellas. Pero he tenido que aprender por las malas que eso no funciona, solo alarga el dolor unos instantes más. Lo mejor que se puede hacer en ese caso es mantener un solo pensamiento positivo muy firme en tu cabeza y sostenerte de él cuando sientas que te abandonan las fuerzas. Tienes que encontrar algo que se adapte a tu situación, algo que funcione para ti, que necesites o que te haga ilusión. Puede ser cualquier cosa que por el momento te haga sentir mejor. Para mí funciona: "tengo que dejar ir esto ahora, pero voy a luchar por ______ y voy a lograr salir adelante".

Ánimo, aunque no lo parezca ahora, el tiempo lo cura todo. Los seres humanos tenemos una habilidad de adaptación increíble. Te juro que un día aprenderás a vivir con esto, una suave ola de aceptación reemplazará esto que estás sintiendo y tu vida continuará. El dolor o ira que sientes ahora no será tan fuerte como en los primeros días, irá disminuyendo poco a poco.

Mantén la fe en que las cosas mejorarán para ti. Muchas veces tendemos a decaernos cuando algo no sucede como quisieramos, pero haz lo contrario. Toma cada cosa buena que te suceda, por más insignificante que parezca como una buena señal (puede ser un día soleado, ver un objeto que te traiga buenos recuerdos, un golpe de suerte...) e ignora las pequeñas cosas malas. 

Por último,haz un plan sencillo para mejorar tu situación. En especial algo relacionado con lo que tienes que dejar ir. Sentir que estas tomando la situación en tus manos y que tienes un plan te ayudará de una manera que ni te imaginas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario